La Teoría de la Carga Cognitiva (Cognitive Load Theory), introducida por John Sweller, examina los procesos mentales involucrados en el aprendizaje y propone principios para mejorar el diseño pedagógico. Esta teoría destaca la capacidad de almacenamiento de información en la memoria de trabajo y la integración de nuevos conocimientos, siendo relevante en entornos educativos, situaciones de aprendizaje y en áreas como el diseño UX.
Definición de la carga cognitiva
La Teoría de la Carga Cognitiva (Cognitive Load Theory) se refiere a la cantidad de esfuerzo mental que una persona invierte al realizar una tarea. Depende de la complejidad de la tarea, particularmente del número de elementos que deben procesarse y relacionarse. Los recursos cognitivos, tanto el conocimiento previo como la nueva información, y la forma en que se presenta la tarea, influyen en la carga cognitiva.
Por ejemplo, un estudiante de primer grado encontraría más fácil resolver “dos paquetes de seis caramelos” que “seis paquetes de dos caramelos”. Aunque la respuesta es la misma, la demanda cognitiva difiere. En el primer caso, el estudiante simplemente suma 6+6, mientras que en el segundo debe sumar 2 seis veces. Si el estudiante supiera multiplicar, la carga cognitiva sería significativamente menor en ambos casos.
El modelo desarrollado por John Sweller
La Teoría de la Carga Cognitiva de Sweller se basa en modelos tradicionales del sistema cognitivo, distinguiendo entre una memoria de trabajo (MT) de capacidad limitada y una memoria a largo plazo (MLP) ilimitada, que contiene numerosos esquemas automatizados. Estos esquemas permiten al aprendiz superar las limitaciones de la memoria de trabajo procesando estructuras de conocimiento complejas. Los esquemas pueden funcionar de manera consciente o automática, pero la mayoría del aprendizaje requiere esfuerzo consciente y tiempo para pasar de un procesamiento controlado a uno automático.
Por ejemplo, a pesar de las muchas variaciones en cómo se puede escribir a mano la letra “A” (diferentes formas, tamaños, estilos), el cerebro humano puede reconocerlas todas como la misma unidad conceptual. Sin embargo, esta tarea requiere más esfuerzo para un niño que está aprendiendo a leer que para un adulto acostumbrado a la lectura. El objetivo de Sweller y sus colaboradores es identificar los factores que aumentan la carga cognitiva y desarrollar modelos de aprendizaje que faciliten la adquisición de conocimientos.
Los tres tipos de carga cognitiva
Sweller, Van Merrienboer y Paas (2019) identifican tres fuentes de carga cognitiva en situaciones de aprendizaje: carga intrínseca, carga extrínseca y carga esencial (germane). La Teoría de la Carga Cognitiva no siempre sugiere reducir la dificultad de las tareas, sino equilibrar el esfuerzo del aprendiz según sus recursos (conocimiento) y ajustarlo a los objetivos de aprendizaje. Dado que el conocimiento de un empleado varía entre diferentes áreas, los modelos de enseñanza deben adaptarse.
Carga intrínseca
Esta carga hace referencia a la complejidad de la información que el aprendiz necesita entender. La carga intrínseca considera el nivel de interactividad entre los elementos procesados por la memoria de trabajo y el nivel de conocimientos del aprendiz. Por ejemplo, un experto con esquemas en su memoria a largo plazo podrá manejar más elementos con facilidad que un principiante. Las divisiones, por ejemplo, tienen una mayor carga intrínseca que una simple suma de dos dígitos.
Carga extrínseca
La carga extrínseca está relacionada con la calidad del material pedagógico. Se refiere a todos los elementos que no son útiles para construir esquemas, pero que el aprendiz debe procesar. Estos podrían incluir términos complejos o contenido irrelevante. Muchos manuales escolares contienen elementos tipográficos o imágenes innecesarias que confunden al aprendiz en lugar de ayudarlo.
Carga esencial (germane)
Esta carga es necesaria para el procesamiento eficaz de la información. Está vinculada a los recursos de la memoria de trabajo que el aprendiz utiliza para adquirir y automatizar esquemas. Un empleado que adquiere nuevos conocimientos sobre un tema ya almacenado en su memoria de trabajo experimentará una carga esencial mayor.
Cinco principios para reducir la carga cognitiva
Para reducir la carga cognitiva, los investigadores han desarrollado cinco principios fundamentales aplicables tanto al aprendizaje como a la optimización de la experiencia del usuario.
1. Principio de coherencia
El principio de coherencia consiste en eliminar la información innecesaria de los recursos pedagógicos para que el aprendiz o usuario se concentre en las partes esenciales. Por ejemplo, reducir el desorden visual en un sitio web ayuda al usuario a centrarse en el contenido principal. Captar su atención aumenta la probabilidad de convertirlo en cliente.
2. Principio de modalidad
El principio de modalidad sugiere el uso de gráficos, como itálicas, flechas o texto en negrita, para resaltar la información clave. Esto ayuda al aprendiz o usuario a centrarse en los puntos más importantes, reduciendo la carga cognitiva y aumentando la carga esencial.
3. Principio de redundancia
El principio de redundancia promueve una combinación planificada o simplificada de texto, narración e imágenes para reducir la carga cognitiva extrínseca. Esto permite al aprendiz concentrarse en el problema y dedicar más esfuerzo a desarrollar estrategias para resolverlo.
4. Contigüidad espacial
La contigüidad espacial fomenta ilustrar presentaciones con términos relevantes. Por ejemplo, para que un usuario comprenda instantáneamente una interacción, se puede aclarar mediante etiquetas o textos explicativos.
5. Contigüidad espacial-temporal
Para que los aprendices vinculen la información en su memoria de trabajo, la contigüidad espacial-temporal sugiere presentar términos e imágenes de manera simultánea. En el diseño de la experiencia del usuario, “chunking” suele referirse a dividir el contenido en pequeñas unidades de información, lo que ayuda a reducir significativamente la carga cognitiva.
Conclusión
Comprender los principios y retos de la teoría de la carga cognitiva es esencial para mejorar el aprendizaje, la memoria y la ergonomía. Reducir la carga cognitiva es crucial para optimizar la experiencia del usuario y aumentar el valor de los productos o recursos.